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Carta de derechos y deberes

Todas las personas tenemos derechos y deberes recogidos en nuestras leyes.

Las personas con discapacidad intelectual tienen los mismos derechos y deberes que el resto de la población.

A nivel internacional la normativa más importante sobre derechos y deberes es la Declaración de los Derechos Humanos.

Son Derechos Humanos el derecho a la vida, a la libertad, al respeto, a la justicia y la igualdad ante la ley, a formar una familia, a tener propiedades, a la libertad de pensamiento, religión, a opinar, a reunirse y asociarse, a elegir a sus gobernantes, a trabajar y cobrar un salario, a descansar y tener vacaciones, a vivir dignamente, o a la educación.

Todas las personas tenemos el deber de respetar a los demás y respetar los derechos humanos.

La ONU se vió obligada a sacar en 2006 la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ante la discriminación y falta real de algunos de sus derechos.

Son derechos de las personas con discapacidad el derecho a la no discriminación, a la igualdad de las mujeres y niñas con discapacidad, a la accesibilidad física y de la información, a la seguridad, a la protección contra la tortura, el trato inhumano, la explotación, la violencia o el abuso, a vivir con independencia, a la movilidad, al acceso a la información, a la privacidad, a la salud, a la habiliatción y rehabilitación, a la protección social, a la participación en la vida pública y la política, o a la cultura, el ocio y el deporte.

España firmó la Convención en 2007, pero todavía siguen faltando leyes y normas que igualen sus derechos a los del resto de la población.

Gracias a ello, en los últimos años se han alcanzado derechos tan importantes como el del voto de las personas con discapacidad intelectual, la prohibición de su esterilización, o el anteproyecto de modificación de la incapacitación judicial por un sistema de apoyos personalizado.

A nivel nacional la normativa más importante sobre derechos y deberes de las personas es la Constitución Española.

Pero todavía nos queda mucha lucha por alcanzar la ciudadanía de pleno derecho.

Necesitamos el apoyo de toda la sociedad, pero la sociedad la podemos ir cambiando si cada uno empezamos a actuar con total respeto a todos los derechos de las personas con discapacidad intelectual y trastornos del desarrollo.

Las personas con discapacidad intelectual tienen los mismos derechos y deberes que el resto de la población